Propuestas indecentes tienen con la boca abierta a la opinión pública francesa por un reportaje publicado en el diario “Le Parisien”, en el que se ofrecen servicios diversos a cambio de sexo.
Uno de los sujetos citados por el diario, es Serge de 62 años, quién ha dedicado la mayor parte de su vida a ser plomero. Entró en este curioso negocio luego de que una señora de 52 años ofreció pagarle un daño a cambio de tener sexo con él. Desde entonces Serge ha repetido.
Eric es otro de los plomeros citados, quien confiesa que entre sus clientes ha tenido mujeres que realmente no tienen dinero para pagar urgentes reparaciones por lo que el sexo es su única moneda, además Eric señala que es común encontrar clientas que teniendo dinero, ofrecen el sexo como pago para tener una aventura.
Anuncios de este tipo se encuentran en varias páginas de la internet, mostrando una clara tendencia en la que el cuerpo hoy en día es un capital al cual se puede sacar bastante provecho. Así lo explicó la socióloga Laurent Mélito. A través de estos sitios, se ofrecen una amplia gama de servicios que van desde trabajos domésticos (de fontanería, electricidad, cerrajería), masajes y clases de idiomas, filosofía, guitarra y cultura general.
Incluso, hay algunos que van más allá y solicitan alquiler de apartamentos para pagarlos con servicios sexuales. Sin embargo, la ley francesa condena la prostitución y lenocinio, pero este tipo de “negociaciones” entran en un vacío legar al no recibir dinero, sino un servicio remunerado.
Desde La Plaza/Publimetro/MD