Son muchos los famosos que han probado tener hijos a través de vientres en alquiler: Ricky Martin, Sofía Vergara, Giuliana Rancic, Angelina Jolie, Miguel Bosé, Nicole Kidman, Cristiano Ronaldo, Michael Jackson y Elton John. Ahora a esta lista se le une la socialité Kim Kradashian que, por problemas de salud, no pudo tener a su nueva hija Chicago West de forma natural. Pero, ¿conoces lo que hay detrás de esta práctica?
“Detrás del aura de felicidad de los artistas, hablando de los bebés y de una noción de familia moderna, hay una industria de compra y venta de bebés que son diseñados para satisfacer las necesidades de los países ricos”, esta es la principal conclusión de una comisión de expertos suecos después de investigar, a petición del Gobierno, los vientres de alquiler.
“Desde hacía años se sabía que algo en la maternidad de alquiler no estaba bien”, enuncia el informe, y es que en este tipo de prácticas, reguladas sin ningún tipo de pudor por la Organización de Naciones Unidas, “la madre es considerada como la nada, pues ni siquiera tiene el derecho a ser llamada mamá y todo responde a los deseos del comprador”.
A raíz de esto, la investigación expone la necesidad de prohibir toda forma de maternidad sustituta, sea comercial o no, incluida la publicidad de estos, a pesar de ser un un acto apoyado por homosexuales de renombre mundial, como es el caso del cantante Elton John.
En el artículo, titulado Cualquier tipo de maternidad subrogada es explotación, se destaca que en los vientres de alquiler se da la “verdadera mercantilización de la vida humana que mediante un clic elige la raza y color de ojos, paga, y puede obtener al niño”.
Algunas madres se ven obligadas a abortar después de que los compradores conocen que los niños tienen algún tipo de malformación o que son más de uno, y el cliente exige que se aborte a todos menos a uno.
Fábricas de niños
El tema pasa de castaño a oscuro cuando el informe se centra en los casos de la fábricas de niños, en especial en Nigeria, donde se las conoce como ‘baby factory’. La periodista Milena Castigli reveló la realidad que se vive en el país africano donde miles de mujeres son esclavizadas para proveer hijos a parejas ricas, tanto heterosexuales como homosexuales.
“Son secuestradas, segregadas, violadas durante meses y utilizadas como incubadoras para los recién nacidos, que serán después vendidos al extranjero para fines desconocidos”, cuenta la periodista.
Castigli denuncia que las denominadas fábricas de niños «son chozas donde decenas de mujeres y chicas muy jóvenes viven abarrotadas como ganado, las tienen escondidas en secreto hasta el momento del parto, con torturadores pagados por poderosos grupos criminales locales. ¿Qué ocurre con estas madres después del parto?, no se sabe. ¿Y con los niños? Tampoco”.
Muchos de ellos son “colocados” como mercancía dentro del circuito de las adopciones internacionales y “vendidos a un alto precio a las parejas heterosexuales u homosexuales. No obstante, también existe el temor de que son usados para la venta de órganos o para la pornografía infantil”, alerta la periodista.
¿A qué se debe el silencio sobre estos actos?
La nota de la periodista Castligi relata que esta forma de explotación sexual “es una práctica abominable que se salió a la luz hace unos meses pero lleva años vigente, con el silencio cómplice de muchas personas que no han denunciado la situación».
“En uno de estos lugares se encontraron 32 mujeres embarazadas encadenadas a la pared como vacas en un establo”, narra.
Se calcula que el valor de un recién nacido “subrogado” oscila entre los cuatro mil y los diez mil euros, lo que hace que este negocio se convierta en uno de los más lucrativos. Sólo en Nigeria han sido descubiertas en los últimos años, al menos 20 fábricas de niños.
Tomado de Actuall.com