Una investigación sobre marihuana y “violencia doméstica” (tal y como la califican en estudio) ha creado una fuerte polémica, no por los efectos nocivos que puede provocar la droga en la salud, sino por la asociación que hacen entre los dos temas.
Antes de sacar conclusiones, hay que puntualizar que el asunto se ha analizado únicamente desde el punto de vista de las adicciones. No obstante, el estudio parece que banaliza un asunto tan grave como la violencia de género.
Las conclusiones se recogen en un comunicado que afirma que “las parejas que fuman marihuana tres veces a la semana eran menos propensas a agredirse entre ellos, aunque también se volvían menos frecuentes los episodios violentos en los que la fumaban dos o tres veces al mes”.
Obviamente, los resultados son más concluyentes en el caso de personas que no han tenido antecedentes de agresividad.
La violencia doméstica en el estudio se trata como algo bidireccional y centrándose en las agresiones físicas. En ningún momento, se recoge ninguna premisa de que esta sea abrumadoramente mayoritaria por parte de los hombres hacia las mujeres.
La investigación ha sido realizada por doce investigadores de las universidades de Yale, Buffalo y Rutgers, que han seguido a 634 parejas casadas durante nueve años. Les han sometido a cuestionarios regulares sobre su consumo de drogas y alcohol y los episodios violentos que han tenido lugar durante el matrimonio.
Desde la Plaza/Ciencia Explora/AMH