Lo dice la ciencia: los hombres son más idiotas. Para ser honestos, lo dice una ciencia algo sui generis que publica en su especial de navidad la revista British Medical Journal. Una selección de artículos que, pese a cumplir rigurosamente con los estándares de calidad de la revista, no están ahí por su utilidad para la ciencia, sino por su capacidad para hacernos reír. En este caso, a algunos más que a otros.
La conclusión se extrae de un trabajo estadístico realizado por varios médicos del Reino Unido sobre los datos proporcionados por los premios Darwin. Estos sarcásticos galardones premian las muertes más ridículas, lo cual, dicen en su web, contribuye a mejorar la humanidad. Por ejemplo, si un ilustre ganador por aguantar la respiración bajo el agua hasta fallecer, no llega a transmitir sus genes a generaciones futuras, la especie humana mejora.
El estudio intenta confirmar la teoría de la idiotez masculina, que afirma que los varones tienen mayor predisposición a comportamientos de riesgo innecesario. Para los autores, esto se debe a “la búsqueda de estima social masculina, o a la necesidad de ‘fanfarronear”.
Las muertes más ridículas
Entre los ganadores destaca un individuo que quiso sacar fotos a paracaidistas acompañándoles en su caída, pero olvidó ponerse uno él también. Otro que quiso iniciarse en el mundo de la delincuencia en una tienda de armas en hora punta con un coche de policía decorando la entrada. Sin olvidar al terrorista que mandó una carta bomba, pero no puso sellos suficientes. Al recibir devuelta la carta, no dudó en abrirla y murió por la explosión.
Evidentemente los premios se entregan a título póstumo, aunque aquellos que hayan salido milagrosamente vivos de la hazaña pero se hayan quedado estériles por el camino, se merecen una gratificación honorífica. Los investigadores han contado los ganadores desde 1995 hasta 2014 y los hombres se llevan la palma en esto de morir a lo tonto: 282 galardones, frente a 36 ganadoras femeninas.
Por lo tanto, los hombres constituyen el 88,7% de los ganadores de estos premios, y esta diferencia de sexo es estadísticamente muy significativa, dicen los autores.
Desde la Plaza/SINC/AMH