Como te podrás imaginar, tu salud y tu historial médico también se encuentran descritos detalladamente en la superficie de tu cara.
Keith Welker, de la Universidad de Boulder, en Estados Unidos, recientemente demostró que el promedio del ancho y el largo de la cara de los jugadores de la Copa Mundial de Futbol del 2010 permitían predecir tanto el número de faltas que cometerían los mediocampistas como los goles de los delanteros.
Carme Lefevre de la Universidad de Northumbria en Reino Unido tiene su opinión al respecto:»La idea es que nuestra biología, como los genes y los niveles hormonales, influye en nuestro crecimiento, y los mismos mecanismos también dan forma a nuestro carácter”.
Lefevre encontró que las personas con altos niveles de testosterona tienden a tener la cara más ancha y pómulos más grandes, así como también tienden a tener una personalidad asertiva, y algunas veces agresiva.
El vínculo entre la forma de la cara y la capacidad de ser una figura dominante es sorprendentemente generalizado: mientras más ancha es la cara, mayor es el rango en la jerarquía del grupo.
Aquellos con caras delgadas son menos propensos a sufrir de infecciones, y cuando las tienen, la enfermedad es menos severa que en otras personas. También tienden a padecer menos de depresión o ansiedad, probablemente porque la salud mental está usualmente vinculada con la condición física en general.
Ya sabes, a cuidar tu cara, es tu carta de presentación al mundo.
DesdeLaPlaza.com/BBC/MD