Tessa Evans, al igual que cualquier otra bebé, ama bailar, jugar, brincar por todos lados, trepar muebles y lanzar besos.
No obstante, la pequeña Tessa sufre una enfermedad que le provocó nacer sin nariz. La niña de 17 meses de edad padece arhinia congénita, enfermedad tan rara que sólo se han registrado 47 casos en Reino Unidos.
Tessa no posee sentido del olfato y no cuenta de fosas nasales; sin embargo puede toser, estornudar y pescar un resfriado.
A pesar de su vida tan difícil, Tessa siempre tiene una sonrisa en su rostro, según cuenta orgullosa su madre, la señora Gráinne.
La mujer confiesa que cuando nació Tessa y se dio cuenta que no tenía nariz, muchas preguntas surgieron en su cabeza. «Pero al llegar a casa todas esas dudas pasaron a segundo plano«, admite Gráinne.
A finales de este año se espera que los cirujanos implanten una prótesis nasal a Tessa. «Ella es normal para nosotros», advierte Gráinne, quien dice que la prótesis es para que la niña haga su vida lo más apegado a la norma social.
Se dice que Tessa es una niña única en un millón, como ya se mencionó, en Reino Unido apenas se han dado unos 47 casos como el de ella, el panorama no cambia al rededor del mundo.
Desde la Plaza/SDP/AMH