Después de garantizar el bienestar del pequeño durante nueve meses, el organismo de la mamá también está naturalmente «predispuesto» para seguir alimentándolo. Muchas mamás temen no tener suficiente leche y que sus bebés pasen hambre. Sin embargo, para estimular la producción de leche te damos estos consejos básicos:
Demanda y oferta
Para aumentar la producción, hay que poner al bebé al pecho más a menudo. En las primeras semanas de vida, el bebé debe comer unas 8-10 veces, o más, durante las 24 horas, y no es necesario ofrecerle otros líquidos, con el fin de no interferir en la fase de “calibración”. Por este motivo, en el primer mes, se recomienda evitar el uso del chupete.
El masaje que ayuda
La mamá se sienta delante de una mesa reclinando la cabeza sobre los brazos, a su vez, apoyados sobre una superficie, o bien se sienta “a caballo” en una silla con las piernas separadas y apoya la cabeza en el respaldo. El papá masajea la espalda de la mamá trazando círculos a los lados de la columna. Los movimientos parten del cuello y descienden hasta la zona lumbar, para volver a ascender. Este masaje induce un estado de relajación que favorece la subida de la leche o, en caso de obstrucción mamaria, facilita el descenso de la leche antes de la toma.
Contacto piel con piel
El contacto piel con piel es beneficioso: apoyado en el pecho de su mamá, el bebé se siente atraído por su perfume y busca el pecho con más frecuencia. Asimismo, las tomas nocturnas son buenas aliadas de la lactancia.
Una alimentación correcta
Si la mamá sigue una dieta variada y equilibrada, encuentra en los alimentos todas las vitaminas y los nutrientes necesarios para su propio bienestar, sobre todo si elige productos sanos, de temporada y locales. Durante la lactancia, la mamá necesita, de media, unas 500-800 calorías más al día, aunque debe evitar los aperitivos y pastelería.
El sistema de la alternancia
Otra forma de aumentar la producción de leche se basa en la lactancia continua alternada. La mamá da de mamar al bebé de un pecho durante unos minutos y, cuando el bebé lo suelta, le ofrece el otro pecho. A continuación, le pone otra vez en el primer pecho, para que siga succionando, estimulando aún más el reflejo oxitocínico. Si esta operación se repite varias veces a lo largo del día, el nivel de prolactina en el organismo materno aumenta, en beneficio de la producción de leche.
DesdeLaPlaza/Mibebeyyo/MB