1. La libertad de ser inexcusablemente TÚ.
Usar una máscara te desgasta. Fingir es fatigoso. La actividad más laboriosa que puedes hacer es pretender ser quien sabes que no eres. Tratar de encajar en algún molde idealista de perfección es un juego de tontos. Es mucho más sabio ser tú mismo – con defectos y todo. Quítate la máscara y no pidas disculpa por ser quien realmente eres. Recuerda, la imperfección es belleza, la locura es genio. Es mejor ser ridículamente tú, que ridículamente aburrido tratando de ser igual que todos los demás.
2. Una imaginación desinhibida.
Si algo hemos aprendido como sociedad en las últimas décadas, es que la vida está cambiando cada vez más rápido con cada día que pasa. El mundo del mañana no se parecerá en nada al mundo de hoy. Y las personas con gran imaginación son las que no sólo viven allí, sino que también lo están creando.
3. Una mente abierta.
Todas las personas que conozcas sabrán algo que tú no, todo el mundo te puede enseñar algo nuevo. El propósito de mantener una mente abierta no es simplemente para cambiar de opinión, es para ampliar tu mente para poder entender el verdadero potencial en cada momento de tu vida, para descubrir un yo que tenga la capacidad de ver más posibilidades y puntos de vista (incluso los que se oponen a los tuyos) y entonces elegir creativa, intuitiva y sagradamente seguir adelante.
4. El compromiso para fracasar y hacia adelante.
El fracaso es tan seguro como las puestas de sol y los desvíos. Así que ¿Por qué emplear energía evitando lo inevitable? Acéptalo. Cambia tu energía de protegerte del fracaso a exprimir todo lo que puedas de la vida. Aprende a estar cómodo con esa sensación de incomodidad de ir contra la corriente y probar algo nuevo. Hacer eso te llevará a lugares que nunca pensaste que podrías ir.
5. Usar palabras de aliento.
Las palabras son poderosas. Pueden crear o pueden destruir. Las simples palabras que elijas (en especial cuando te hablas a ti mismo) pueden ofrecerte ánimo y pensamientos positivos para seguir adelante, o pueden enviarte más hacia la desesperación. Así que elige tus palabras sabiamente.
6. Un ‘vaso’ lleno de cosas correctas.
No es sólo si el vaso está medio lleno o medio vacío lo que importa. También tienes que ser consciente de con qué estás llenando tu vaso. Asegúrate de llenarlo con cosas que satisfagan tu alma: buenos amigos y familia para amar, pasiones que perseguir, sueños que cumplir, y generosidad para con los demás. Porque la única situación más trágica que ver el vaso medio vacío, es llenar el vaso hasta que rebalse, y darte cuenta de que no hay nada en el para satisfacer tu sed de una vida significativa.
7. Disfruta de lo que tienes.
Lo que tienes que hacer es disfrutar del viaje mientras estás en él. Piensa en positivo, sé positivo y cosas positivas pasarán. No eches a perder las cosas que tienes por desear lo que no tienes. Disfruta de tus bendiciones ahora. Recuerda que lo que tienes en este momento, fue alguna vez algo que deseaste. Celébralo. Trabaja en ser tan agradecido y feliz, que cuando los demás te miren, se vuelvan un poco más felices también.
8. El aprendizaje permanente.
Eres simplemente el producto de lo que sabes, así que desarrolla una pasión por adquirir conocimientos. La pasión por el aprendizaje no es simplemente estudiar y obtener un título o el favor de tus maestros. Empieza en el corazón y el hogar. Lee por placer, haz preguntas, analiza y explota tus curiosidades. En otras palabras, aprende a amar de verdad el acto de aprender.
9. Esperanza.
Recuerda, siempre es más oscuro justo antes del amanecer. Nunca subestimes la fuerza de tu voluntad de vivir después de una pérdida, de amar después de una angustia, o subir después de una caída. Porque aunque tus problemas puedan ser demasiado densos y oscuros en este momento como para ver la luz, eso no significa que no haya un fuerte espíritu dentro, o un hermoso amanecer más allá del horizonte.
10. Espiritualidad.
La fe eleva tu visión del universo, tu mundo y tu vida. Sería sabio inculcar en tu mente que eres más que carne y sangre ocupando un espacio. También estás hecho de corazón, alma y voluntad. Y las decisiones en tu vida deben basarse en algo más que lo que los demás de carne y sangre están haciendo en el exterior.
11. Estabilidad y amor en el hogar.
Un hogar estable se convierte en la base sobre la que se construye el resto de tu éxito. Inconscientemente, todos necesitamos saber que tenemos un núcleo familiar con el que podamos confiar, y que estará ahí para nosotros en las buenas y en las malas. La fidelidad a tu pareja es gran parte de esto. La fidelidad en cualquier relación íntima incluye más que sólo tu cuerpo, también incluye tus ojos, tu mente, tu corazón y tu alma. Protege tu sexualidad diariamente y dedícate por completo a la persona que amas.
12. Un temperamento positivo.
La ira puede ser útil para prestar atención a cuestiones que requieran tu respuesta, pero la ira por si misma no es una respuesta efectiva. Respira lenta y profundamente, y recuerda cuan más eficaz puedes ser manteniendo una actitud positiva, orientada a los resultados para el tema que tienes en las manos. No dejes que las acciones tontas, irreflexivas y destructivas de los demás te atrapen en un estado improductivo de ira. Toma nota de tu ira, déjala ir, redirige tu enfoque en ser tu mejor yo, y seguramente saldrás con una sonrisa.
13. Un sentido del humor.
El que ríe, vive más. El sentido del humor es la mayor defensa contra los problemas menores, algo de lo que la vida está llena. Así que ríe tantas veces como puedas con los que te rodean, por tu bien y por el de ellos.
14. Hacer lo mejor que eres capaz de hacer.
No te quejes de algo de lo que, de hecho, puedes hacer algo al respecto. Toma acción. Haz lo mejor que eres capaz de hacer. Cualquier cosa menor será engañarte a ti mismo. Los que consiguen más de la vida, son los que dan más. Encuentra algo que te apasione, y mantente tremendamente interesado en ello y enfócate en ello.
15. Ser el cambio que quieras ver.
La felicidad, la libertad y la paz mental siempre se alcanzan al dar sin expectativas. La única manera de elevarte es elevando a los demás; para elevar tu mundo; para elevar todo en la vida un poco más alto. La alegría viene cuando das. La felicidad se vuelve tuya cuando la vives. Todo lo que necesitas, ya eres capaz de ser. Así que sonríe desde el corazón y cumple con tu destino en este precioso momento.
Desde La Plaza / El arte de saber vivir / JT