Las madres se están preocupando mucho por lo que saben o dejan de saber los más pequeños de la casa, por lo que no es raro ver a los chicos en edad temprana en clases de idiomas y otras actividades que enriquezcan su intelecto.
En un trabajo publicado en padres facilisimo.com, señala la experiencia de una madre que asistió a un foro preocupada porque sus hijos, niños de 4 años y año y medio, no sabían lo suficiente. “¿Qué deben saber los niños de 4 años?”, preguntaba.
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Las respuestas llamaron mucho la atención. Una madre indicaba una lista de todas las cosas que sabía su hijo. Contar hasta 100, los planetas, escribir su nombre y apellido, y así sucesivamente. Otras presumían de que sus hijos, niños de 4 años, sabían muchas más cosas, incluso los de tres años. Algunas incluían enlaces a páginas con listas de lo que debe saber un niño a cada edad. Solo unas pocas decían que cada niño se desarrolla a su propio ritmo y que no hay que preocuparse.
Probablemente, la respuesta de esas mujeres a una madre angustiada fue añadirle más preocupación. Somos una cultura tan competitiva que hasta los niños en edad preescolar se han convertido en trofeos de los que presumir. Pero atención!!! La infancia no debe ser una carrera que arroja por resultado niños ganadores y niños perdedores.
Alicia Bayer, una mujer norteamericana que se interesa por los temas de infancia y educación, hizo una lista de aquellas cosas importantes que deben saber las niñas y niños de 4 años, la cual compartió:
1.Debe saber que lo quieren por completo, incondicionalmente y en todo momento.
2. Debe saber que está a salvo y además cómo mantenerse a salvo en lugares públicos, con otra gente y en distintas situaciones. Debe saber que tiene que fiarse de su instinto cuando conozca a alguien y que nunca tiene que hacer algo que no le parezca apropiado, se lo pida quien se lo pida. Debe conocer sus derechos y que su familia siempre lo va a apoyar.
3. Debe saber reír y utilizar su imaginación. Debe saber que nunca pasa nada por pintar el cielo de color naranja o dibujar gatos con seis patas.
4. Debe saber lo que le gusta y tener la seguridad de que se le va a dejar dedicarse a ello. Si no le apetece nada aprender los números, sus padres tienen que darse cuenta de que ya los aprenderá, casi sin querer, y dejar que en cambio se dedique a las naves espaciales, los dinosaurios, a dibujar o a jugar en el barro.
5. Debe saber que el mundo es mágico y él también. Debe saber que es fantástico, listo, creativo, compasivo y maravilloso. Debe saber que pasar el día al aire libre haciendo collares de flores, pasteles de barro y casitas de cuentos de hadas es tan importante como aprender los números. Mejor dicho, mucho más.
PERO MÁS IMPORTANTE ES LO QUE DEBEN SABER LOS PADRES
1. Que los niños de 4 años y de todas las edades aprenden a andar, hablar, leer y hacer cálculos a su propio ritmo, y que eso no influye en absoluto en cómo de bien ande, hable, lea o haga cálculos después.
2. Que el factor que más influye en el buen rendimiento académico y las buenas notas en el futuro no son los manuales, ni las guarderías elegantes, ni los juguetes caros, sino que mamá o papá dediquen un rato cada día o cada noche (o ambos) a compartir momentos de juego, lectura, dibujos y risas con sus hijos.
3. Que ser el niño más listo o más estudioso de la clase nunca ha significado ser el más feliz. Estamos tan obsesionados por tratar de dar a los hijos todas las “ventajas” que lo que les estamos dando son unas vidas tan pluriempleadas y llenas de tensión como las nuestras. Una de las mejores cosas que podemos ofrecer a nuestros hijos es una niñez sencilla y despreocupada.
4. Que los niños merecen vivir rodeados de libros, naturaleza, utensilios artísticos y, lo más importante, libertad para explorarlos. La mayoría de podría deshacerse del 90% de los juguetes de los hijos y no se echarían de menos, pero algunos son importantes: juguetes creativos como los LEGO y los de encastre, una buena cantidad de temperas y plastilinas, los instrumentos musicales, los disfraces, y libros y más libros
Necesitan libertad para explorar con estas y otras cosas, amasar pan y ponerlo todo perdido, usar pintura, plastilina y purpurina en la mesa de la cocina mientras hacemos la cena aunque lo salpiquen todo, tener un rincón en el jardín en que puedan arrancar la hierba y hacer un cajón de barro.
5. Que los hijos necesitan tener más a sus padres. Han aprendido tan bien eso de que necesitan cuidar de ellos mismos que algunos lo usan como excusa para que otros cuiden de los hijos. Claro que todos necesitan tiempo para un baño tranquilo, ver a los amigos, un rato para despejar la cabeza y, de vez en cuando, algo de vida aparte de los hijos.
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Pero vivimos en una época en la que las revistas para padres recomiendan que tratemos de dedicar 10 minutos diarios a cada hijo y prever un sábado al mes dedicado a la familia. ¡Qué horror! Nuestros hijos necesitan la Nintendo, los ordenadores, las actividades extraescolares, las clases de ballet, fútbol e inglés mucho menos de lo que nos necesitan a NOSOTROS.
Necesitan a unos padres que se sienten a escuchar su relato de lo que han hecho durante el día, unas madres que se sienten a hacer manualidades con ellos, padres y madres que les lean cuentos y hagan tonterías con ellos. Necesitan que demos paseos con ellos en las noches de primavera sin importarnos que el pequeño vaya a 150 metros por hora. Los niños de 4 años tienen derecho a ayudarnos a hacer la cena aunque tardemos el doble y trabajemos el doble. Tienen derecho a saber que para nosotros son una prioridad y que nos encanta verdaderamente estar con ellos.
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