Los anglosajones usan el término “goosebumps” (literalmente bultos de ganso) a esa reacción de la piel producida por el frío, la excitación o el miedo, que nosotros llamamos “piel de gallina”.
¿Por qué se produce la piel de gallina?
Aunque pueda parecer mentira, lo cierto es que humanos y chimpancés tenemos aproximadamente el mismo número de pelos corporales. Lo que sucede es que nuestros pelos carecen ya de utilidad, porque son tan finos que prácticamente se han vuelto invisibles.
La piel de gallina, es una reacción que se trata de un remanente heredado de nuestros predecesores evolutivos. Cuando nuestros ancestros peludos se enfadaban, asustaban, o sentían frío, involuntariamente se producía el tensionamiento de unos diminutos músculos situados alrededor de las bases de cada pelo, lo cual hacía que el pelo se les erizase.
Esto tenía varias ventajas, les hacía parecer más grandes de cara al enfrentamiento con un rival, pero también (en caso de frío) hacía que entrase más aire en el pelaje, mejorando de este modo el aislamiento térmico del cabello. Como los humanos ya no tenemos pelo corporal capaz de erectarse (aunque la sensación sí que permanece) todo lo que observamos es ese peculiar “granulado” de la piel al que hemos llamado piel de gallina.
DesdeLaPlaza.com /The Guardian /MD