Según un estudio conjunto entre la Universidad de Alabama (EE. UU.) y la Red de Genómica y Proteómica Eunice Kennedy Shriver para la Investigación de Nacimientos Prematuros, algunos bebés tienen una predisposición genética a un mayor riesgo de nacer antes de tiempo.
Es decir, serían los genes del mismo niño y no los de la madre, los que provocarían su nacimiento prematuro. Las variantes en el ADN del feto podrían ser la causa de algunos de estos partos a destiempo.
La investigación analizó la cantidad de copias de ciertos genes en la sangre o la saliva de un grupo considerable de bebés y de sus madres, encontrando que si bien no hubo relación entre la cantidad de copias de los genes de la madre y las posibilidad de tener un bebé prematuro, sí hubo un aumento de dos a once veces en los nacimientos anteriores a las 34 semanas de gestación, cuando se realizaba un conteo especial en los genes de los niños nacidos prematuramente, comparados con bebés nacidos a término.
“El hallazgo puede ayudar a explicar el porqué de ciertos alumbramientos tempranos, cuando las mujeres han hecho todo bien durante el embarazo, y frente al cual no hay causa evidente para un nacimiento prematuro, y aun así sucede”, explicó Edward R. B. McCabe, director médico de March of Dimes.
“Esperamos que el resultado de la investigación lleve un día a una prueba de detección que ayude a identificar qué bebés están en mayor riesgo de un nacimiento prematuro”, anotó.
Desde la Plaza/El Tiempo/AMH