Nuestro mundo es vertiginoso y sus cambios pueden enloquecer a cualquier «fashion victim». Las tendencias sexuales y las modas se suceden a ritmo diabólico y cuando uno ya parece acomodado a una apariencia física tiene que mudar de piel como un culebra para no quedarse atrás. Pero al caso: La siguiente moda sucede a los metrosexuales y los spornosexuales, y es básicamente su antagónica: Han aparecido los ‘lumbersexuales’.
Hay que vestir camisas tipo leñador y dejarse barba descuidada. Y es necesario no aparecer con el pelo demasiado cuidado u oliendo a sofisticados perfumes. Mejor el aroma corporal, por esto es una tendencia que hace de las relaciones sexuales una razón fundamental, es una tendencia «animal», básica e instintiva. Además, los hombres «lumbersexuales» aparentan ser ruidos si es que no lo son y, por supuesto, prefieren ir a bares, disfrutar de una buena comida casera y no pensar, a diferencia de los metrosexuales, en tener un perfecto físico.
Es la vuelta del hombre que se las arregla para atender todas las cosas del hogar, prefieren loa alimentos naturales como carnes de caza, o los huevos revueltos con mucha cebolla y prefiere una parrilla con chorizos que un buen «sushi» de pez mantequilla.
Desde la Plaza/Qué!/AMH