En los últimos veinte años una misteriosa enfermedad se ha cobrado la vida de más de 20 mil de personas, en tanto que otros 400 mil sufren sus consecuencias. En algunos pueblos de Sri Lanka la enfermedad causa 10 muertes al mes, a pesar de que más de 8 mil personas reciben tratamiento, informa el diario ‘The Independent’.
A medida que avanza la enfermedad, los riñones comienzan a fallar, volviéndose incapaces de cumplir su función. Debido a que los síntomas a menudo no se reflejan y que la enfermedad se da a conocer sólo tras la autopsia, siembra el pánico entre la población de Sri Lanka, es una isla un vínculo naval estratégico entre el Asia occidental y el sudeste asiático, camino de las principales rutas marítimas. Su particular forma y su cercanía a la India hicieron que se la llame la «Lágrima de la India»).
Esta enfermedad llegó a América hace no menos de una década. Si bien las escasas investigaciones aún no logran un diagnóstico, es en el 2014 que esta nefropatía cobró vidas en Nicaragua, en campesinos que cultivaban caña de azúcar. Lo más desconcertante es que la enfermedad a menudo no deja huellas y se da a conocer en las etapas tardías, cuando el único remedio es ya el trasplante de riñón, una solución impracticable en regiones campesinas de América Central.
Una investigación realizada por la Organización Mundial de la Salud no ha podido detectar la causa cierta de la enfermedad, aunque ha señalado que la influencia de metales como el cadmio en los fertilizantes, o el arsénico en pesticidas, que se aplican mucho en la agricultura del país, son sus posibles causas.
En algunas regiones de El Salvador cada tercera muerte registrada en hospitales está causada por una enfermedad renal crónica de origen desconocido (‘CKDu’) que se manifiesta principalmente entre hombres de entre 20 y 50 años que trabajan en plantaciones de caña de azúcar, según la edición especial de la revista ‘Medicc Review’, dedicada al CKDu. El mismo problema afecta a Nicaragua, Costa Rica, México, Sri Lanka, Egipto y la India.
En Nicaragua, tanto los productores azucareros, como el Banco Mundial, que ha invertido decenas de millones de dólares en la industria azucarera del país, argumentan que «hasta que el misterio de la enfermedad sea resuelto, muy poco pueden hacer para prevenirla», escribió ‘The New York Times’.
Los escasos estudios a que ha sido objeto la enfermedad sugieren que está causada por «un misterio multifactorial«. La pobreza común obliga a los campesinos a trabajar en condiciones pésimas, exponiéndose a toxinas agroquímicas, calor, deshidratación, hipertensión y al consumo de azúcar y de alcohol casero. Uno de últimos estudios ligó también la CKDu con el herbicida Roundup, de la demonizada empresa Monsanto.
Si los investigadores siguen adelante con los estudios necesarios, demasiados intereses se verían afectados, afirma la revista ‘Medicc Review’. Sin embargo, se impone una investigación profunda y una acción preventiva para lidiar con la muertes incluso antes que sea revelada la causa definitiva de la misteriosa enfermedad.
DesdeLaPlaza/RT/MB