A comienzos de 2012, el estadounidense Jason Barnes vio su vida cambiar súbitamente cuando en su trabajo, limpiando sistemas de ventilación, fue electrocutado por un problema de un trasformador. El accidente terminó con la amputación de parte de su brazo derecho, truncando su carrera como baterista.
Desde el suceso, Barnes ha tratado de adaptarse a su nueva situación, hasta que un experto de la Universidad de Georgia Tech le cambió su perspectiva vital con una prótesis robótica que le devuelve la capacidad de volver a tocar, pero con un plus: un tercer brazo que le permitiría ir más allá con la batería.
Para el caso de Jason Barnes, el especialista creó una prótesis capaz de llevar dos baquetas. La primera controlada a través de sensores que captan el movimiento de los músculos que aún quedan en parte del brazo del baterista. La segunda baqueta, de uso opcional, funciona de forma automática, detectando el patrón rítmico que el baterista está tocando y puede regularse de forma automática para complementarlo.
Su funcionamiento lo vemos en esto video:
Desde La Plaza/ Tutupash/ AG