Sí, ambos tienen en sus pensamientos el placer sexual. Esa fórmula que el hombre pensaba más en sexo que la mujer se igualó y ahora las mujeres se permiten fantasear, planificar y desear un buen encuentro sexual.
La mujer ha tomado las riendas de su sexualidad y viene transformado esos grandes mitos que se han manejado alrededor de la sexualidad. En las reuniones de Tuppersex, observamos como las mujeres se interesan en aprender, reinventarse y descubrir todo lo nuevo que hay en relación a los juguetes sexuales e información sobre sexualidad.
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La mujer se atreve a tomar la iniciativa en un encuentro íntimo y los hombres que han traspasado esa barrera del machismo, han dejado a un lado esas pautas convencionales y disfruta de la picardía de su pareja.
La mujer invierte tiempo en su higiene personal, desde las cremas hasta la depilación. Es cuidadosa en la escogencia de su lencería erótica y hasta se atreve a usar disfraces eróticos. Y el atractivo de la literatura erótica cautivo a más de una lectora.
Mujeres que dijeron sí a la masturbación y celosas de su genialidad de ser multiorgasmicas. Mujeres que en su estuche de maquillaje incluyeron los preservativos. Descubrieron que las fantasías eran válidas y ampliaban el repertorio sensual.
Y los hombres con más libertad socioculturalmente tienen la aceptación para expresar que son ellos los que piensan en sexo, pero no siempre el hombre está dispuesto a un encuentro íntimo, ellos también pueden decir “NO”, por cansancio, estrés o porque su cuerpo no desea tener sexo. Pero, a veces por cumplir con las pautas sociales no se atreve a decir hoy no. El hombre se permite fantasear y jugar con el morbo que les alimenta esos pensamientos sexuales.
El sexo tiene mucho que ver con nuestra cabeza. Si no erotizas tu cerebro no vas a tener la respuesta que necesita tu cuerpo, y por otra parte, si tus pensamientos están conectados a otros contextos te vas a colocar en un espacio incómodo que no te permitirá conectar con tu parte erótica. Es fundamental que nuestro pensamiento vaya en concordancia con lo que queremos, con nuestras intenciones, para que haya una lógica, una coherencia, y dentro de esa coherencia haya espacio entonces para crear eróticamente.
Erotizar el pensamiento es aprender a pensar de forma positiva en el sexo, de tenerlo presente en el día a día, de dedicarle tiempo y espacio igual que lo haces con otros aspectos de la vida. Pensar en sexo ayuda a aumentar el deseo y la frecuencia sexual.
La imaginación es la herramienta más poderosa dentro del sexo. A través de ella es cómo podemos erotizar muchas y variadas situaciones. De sobra es sabido, el sentido sexual que se puede dar a muchos contextos cotidianos. ¿Quién no ha dado una connotación sexual a un momento concreto de lo más trivial? El sentido del humor es un buen aliado para relacionar el sexo con muchas cosas del día a día y sentirnos más cómodos hablando de sexo.
Nuestros sentidos son un buen recurso para erotizar el pensamiento. Tienes cinco sentidos con los cuales potenciar estímulos muy variados. Ábrelos, siente con ellos, observa, recréate, relaciona un olor, sonido, sabor, textura, forma con el sexo.
Es tu mente la que puede hacer todo esto, nadie lo ve, ni lo escucha fuera vergüenza y limitaciones. La sexualidad es un abanico de posibilidades que está a la mano de mujeres y hombres. El erotismo es el placer de los sentidos, es una comunicación integral entre dos seres humanos, y vista como una parte de la vida, es también salud.
DesdeLaPlaza.com /Rina Morales Mera – Orientadora en sexología – @Rinamoralesmera