Conseguir el amor parece ser una meta colectiva, la mayoría de las personas sueñan con hallar a su “media naranja”, para vivir juntos y felices por siempre. Tanto es así, que son pocas las canciones, películas, obras teatrales en las que el amor no sea parte de su contenido.
Es que el amor, además de provocar una revolución de emociones también afecta el cerebro, pues crea intensos estímulos químicos y efectos similares a los de trastornos mentales.
Estas son cinco situaciones en el que el cerebro de las parejas enamoradas se ve afectado:
Síndrome obsesivo-compulsivo. En estado de enamoramiento, disminuyen los niveles de serotonina en el cerebro, una característica común a los trastornos obsesivo-compulsivos. La caída de la serotonina podría explicar por qué los enamorados se concentran tanto en el objeto amado, objeto de deseo.
Esto también podría explicar por qué los enamorados suelen no considerar o pasar por alto los aspectos negativos de su pareja, especialmente durante los primeros meses de relación.
Adicción física y química. Igual que como ocurre con el alcohol y cigarrillo, marihuana y otras drogas, suele pasar que transcurrido el tiempo, el organismo humano desarrolla tolerancia a las sustancias químicas placenteras que se producen producto de la vida en pareja.
La fase de atracción deja paso a una nueva etapa, cuando las hormonas como la oxitocina y vasopresina penetran en el cerebro, creando sentimientos de bienestar y seguridad. Así entonces, se refuerza el lazo de dependencia entre ambos miembros de la pareja.
La droga del amor. Ocurre que antes de que se produzca el enamoramiento, la sensación de atracción activa las mismas zonas del cerebro responsables del placer que causan analgésicos como la morfina.
Según un nuevo estudio, pequeñas dosis de morfina mejoraban la valoración de rostros en las fotografías, lo que sugiere que el sistema opioide, localizado en el cerebro, puede estar «preparado» para percibir la atracción, provocando cambios sobre el organismo y condicionando la conducta del “enamorado”.
Hormonas fuera de control. Cuando se está enamorado, las hormonas que inundan el cuerpo liberan la adrenalina y la noradrenalina, haciendo que el corazón se acelere. La dopamina del cerebro, por su parte, crea sentimientos de euforia.
Aceleramiento el flujo sanguíneo. Enamorarse aumenta el flujo sanguíneo hacia el núcleo accumbens, en el centro de placer del cerebro. Cuando esto ocurre, una resonancia nuclear magnética mostraría esa zona iluminada. El aumento en el flujo sanguíneo ocurre por lo general durante la fase de atracción.
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