Seguramente, en diversas ocasiones hemos escuchado de alimentos que aumentan el apetito sexual e incluso, tienen el poder de ponernos “más potentes” durante esos momento de pasión. Pero, los afrodisíacos ¿realmente causan en nuestro organismo esas reacciones que prometen?
A continuación, te mostramos algunos estudios que confirman estas hipótesis, y que seguramente, te motivaran a consumirlos antes de ese encuentro amoroso.
Chocolate
La feniletilamina o “droga del amor” es un estimulante natural presente en el chocolate que estimula la liberación de serotonina en el cerebro, lo que desencadena una sensación de bienestar y relajación que nos predispone a mantener relaciones sexuales más satisfactorias. Sus efectos se producen a nivel cerebral pero no fisiológico, por lo que existe un debate acerca de si considerarlo un alimento afrodisíaco como tal.
Ginseng
Según un estudio de la Universidad de Guelph (Canadá), el ginseng, el azafrán y la yohimbina son los mejores afrodisíacos naturales. Los efectos de estas especias, a diferencia de los del chocolate o el vino, se producen a nivel fisiológico, sobre los órganos que intervienen en el acto sexual, y no a nivel cerebral. Su ingesta conlleva por tanto una mejora de la erección y los cambios hormonales, un aumento del flujo sanguíneo y la relajación del músculo liso cavernoso.
Canela
La canela es la especia más popular entre los alimentos afrodisíacos. Su fama se debe sobre todo al uso tradicional con este fin y a su embriagador aroma. Según un estudio publicado en la revista Journal of Agricultural and Food Chemistry, al inhalar este condimento aspiramos linalool, una sustancia que restablece los niveles elevados de neutrófilos y linfocitos y reduce el estrés y la depresión. Pero no hay nada concluyente sobre sus efectos libidinosos.
Sandía
Científicos de la Universidad de Texas (EE. UU.) afirman que la sandía posee propiedades afrodisíacas debido a la citrulina presente en su corteza. Cuando se ingiere, es convertida por el organismo en un aminoácido llamado arginina, que estimula la producción de óxido nítrico y relaja los vasos sanguíneos del mismo modo en que lo hacen sustancias sintéticas como la viagra.
Ostras
El consumo de ostras está relacionado con ciertos neurotransmisores que pueden favorecer la formación de hormonas sexuales, pero no hay ningún estudio científico que certifique un efecto afrodisíaco claro. Las propiedades estimulantes atribuidas a este molusco se deben en mayor parte a su semejanza con el órgano sexual femenino que a las sustancias liberadas con su consumo. Lo mismo ocurre con otros alimentos que recuerdan a los genitales masculinos como los espárragos, el pepino o el plátano.
Yarsagumba
La yarsagumba es un hongo conocido como “viagra del Himalaya” que se desarrolla en las larvas de la polilla murciélago y las ataca hasta momificarlas. Durante el invierno, el hongo se mantiene enterrado y oculto pero el deshielo de los primeros meses de verano permite atisbar un saliente de color terroso que facilita su recolección. Aunque sus efectos medicinales y afrodisíacos no han sido probados científicamente, tiene una gran demanda debido a la popularidad de la medicina tradicional china.
Granada
Según un reciente estudio de la Universidad Queen Margaret de Edimburgo (Reino Unido), beber un vaso diario de zumo de granada produce efectos similares a los de la viagra. Los investigadores comprobaron que ingerir un vaso de este zumo de fruta cada día durante dos semanas producía un aumento de los niveles de testosterona de hasta un 30 por ciento, provocando un aumento del deseo sexual tanto en hombres como mujeres. El consumo de esta bebida también reduce el estrés.
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