Las sesiones fotográficas de recién nacidos se han convertido en un requisito -casi – indispensable en esta nueva forma de ver la maternidad.
Los bebés deben asistir junto a sus padres entre los 5 a 10 días de nacidos. Se prepara un escenario de acuerdo a lo pautado y zúas, comienzan los clics. Uno, otro, otro, otro más y los que sean necesarios.
Las sesiones pueden durar alrededor de una hora, siempre respetando las necesidades de los pequeños.
El resultado es magnífico. Los fotógrafos entregan unos retratos familiares sublimes, perfectos, artísticos. En fin, maravillosos.
Pero, lo que nadie cuenta ni muestra en sus grandes blogs de fotografías, es que pueden ocurrir ciertos desastres durante la idílica sesión.
Aquí te mostramos como los recién nacidos pueden arruinar la foto “perfecta”:
DesdeLaPlaza.com/ACR