Las medicinas naturales utilizadas por los indígenas no pasan de moda

Hay cosas que pasan de moda pero que no dejan de ser funcionales, como las medicinas naturales utilizadas por los indígenas por ejemplo, simplemente sucede que las tecnologías avanzan y que vivimos en un mundo que nos lleva a su ritmo.

Si observamos a nuestro alrededor todo lo que allí se encuentra fue alguna vez materia prima, pequeñas partículas que formaron algo sólido por así decirlo. Sin embargo llegaron hasta ese punto de “solidez” porque de alguna u otra forma se necesitaba ese instrumento o cosa para algo, bien sea para facilitar algún trabajo u acción o para “evolucionar”.

Del mismo modo ocurre con los medicamentos que conocemos actualmente, estos fármacos que utilizamos para curarnos, mejorarnos o tratar indefinidamente una patología, provienen en su mayoría de las medicinas naturales que descubrió e incluso utilizan en la actualidad los pueblos originarios.

Desde hace siglos el hombre ha utilizado las plantas o medicinas naturales para aliviar, curar o tratar las enfermedades, desde la época primitiva cuando empíricamente se clasificaban las plantas en venenosas y medicinales, dependiendo del efecto que se observara en los seres humanos que las consumían.

Es por ello, que no deben pasar por desapercibido y conocer cuáles son sus propiedades curativas y cómo pueden ser empleadas, ya que siguen siendo una alternativa al no conseguir algún medicamento o no poseer suficiente dinero para comprarlo (como su nombre lo indica provienen de la naturaleza y por lo general su costo es más bajo), asimismo son útiles estos conocimientos si te encuentras en situaciones de supervivencia en ecosistemas naturales.

Comunidades como los Wayu, Muiscas e Incas han utilizado estas medicinas naturales, según un estudio realizado por estudiantes de enfermería de la universidad de Granada, de la siguiente manera:

Hojas de planta de Coca (Erythroxylum)

Disminuye la fatiga, la sensibilidad al frío, el insomnio y el apetito, además, cesa los vómitos, las hemorragias nasales y seca úlceras. Su modo de empleo es realizando una infusión con las hojas de la planta, así mismo, éstas reducidas y pulverizadas se colocan con emplastos sobre las fracturas.

Sauco Verde (Sambucus Nigra)

Alivia la tos, y cura las heridas si se cocinan las flores con agua y se aplican directo en la herida.

Jengibre

Es un tubérculo de sabor fuerte que es utilizado como analgésico/antiinflamatorio, además acaba  con las náuseas, gracias a la presencia de fenoles y gingeroles en su raíz. Su preparación es sencilla, se elabora una especie de té de jengibre, dejando reposar el tubérculo en agua hirviendo por unos minutos. Luego debe ser ingerido, para acabar con dolores y náuseas. Del mismo modo, si se aplican paños calientes humedecidos con este remedio en una zona inflamada, desaparece la hinchazón y el dolor.

Tela de Araña

Sí, así como leíste, es extraño, pero es verdad,  la tela de araña se usa en los pueblos de origen indígena como coagulante. Al producirse una herida o corte, se aplica un pedazo de esta sustancia resistente y pegajosa sobre la zona de sangrado, la cual logra coagular la sangre y acelera el proceso de cicatrización. Se ha demostrado que la fibroina (proteína estructural) presente en la tela del arácnido es la encargada de realizar la función médica según científicos de la universidad de California.

La Chirimoya

Su nombre significa ¨semillas frías¨, germina a elevadas altitudes. Posee una infinidad de propiedades beneficiosas para la salud: refuerza la memoria, reduce el estrés diario, se digiere con facilidad debido a la cantidad de enzimas hidrolíticas que contiene, además de vitamina C, proteínas, azúcares, fósforo, antioxidantes, etc. Además esta fruta es de gran ayuda durante el parto. Las semillas de la chirimoya se ponen a hervir con un poco de agua y se le da a las mujeres de la comunidad indígena justo antes del parto y durante este, con el fin de apresurarlo. Actúa contrayendo el tejido muscular liso del útero durante el parto. Asimismo, quedó demostrado el efecto citotóxico de las semillas de chirimoya, previniendo el cáncer de cuello uterino, cáncer de mama y leucemia.

Estos son solo unos pocos ejemplos de la extensa medicina tradicional de la cultura indígena, la cual puede parecernos extraña y poco común. Sin embargo queda demostrada su efectividad, no solo por los estudios llevados a cabo en distintas universidades, sino porque vienen utilizándose desde hace miles de años y sus componentes químicos se usan para fabricar los fármacos actuales.

 DesdeLaPlaza.com/AG