Un equipo de expertos médicos de la Organización Mundial de la Salud (OMS) ha concluido que es «ético» utilizar medicamentos experimentales, cuya eficacia y efectos adversos aún no han sido contrastados, para «prevenir» y atajar el actual brote de ébola, que ha acabado con la vida de más de un millar de personas.
Según ha confirmado la compañía productora, la empresa californiana Mapp Biopharmaceutical, el medicamento suministrado «Zmapp está agotado». Antes de llegar al fin de las existencias, sí que ha podido suministrarse este lunes el último tratamiento a un país de África Occidental, supuestamente Liberia, después de su solicitud la semana pasada.
«En las circunstancias concretas de este brote y dado que ciertas condiciones se cumplen, el equipo ha alcanzado el consenso de que es ético ofrecer tratamientos no probados, con una eficacia y unos efectos adversos todavía desconocidos, como potencial tratamiento o medida de prevención«, ha asegurado el grupo de expertos médicos de la OMS.
Sin embargo, los expertos han subrayado que la aplicación de estos tratamientos experimentales tienen que seguir una serie de «criterios éticos», entre los que se incluye la «transparencia» sobre la naturaleza del medicamento, el consentimiento informado, la libertad de elección, la confidencialidad, el respeto a la persona, la preservación de la dignidad y la implicación de la comunidad.
En un comunicado emitido tras la reunión de este grupo de expertos, la OMS ha dejado claro que un tratamiento experimental o una vacuna contra el ébola sería «un potencial activo» en la lucha contra este virus mortal. Tras afirmar que en los últimos años ha habido «resultados prometedores» en medicamentos contra el ébola, han admitido que estos medicamentos «todavía no han sido evaluados en términos de seguridad y de eficacia en seres humanos».
Por ese motivo, la OMS decidió reunir este lunes a este grupo de expertos para que estudiara las implicaciones éticas del posible uso de tratamientos experimentales para atajar el ébola. Su conclusión es que es «ético» el empleo de estos tratamientos siempre que se realice siguiendo unos claros «criterios éticos» que comportan que el paciente esté plenamente informado del medicamento que se le va a suministrar y de que su eficacia y sus efectos adversos no están contrastados.
Desde la Plaza/Te Interesa/AMH