No hay duda de que meditar sea bueno para cualquier persona, a cualquier edad y situación. Meditar induce al bienestar tanto físico, como mental y emocional. Reduce el estrés, la ansiedad…
Tal vez por eso la meditación también está indicada para la mujer, durante el embarazo. Le ayuda a equilibrarse y a mantener la tranquilidad en el momento del parto.
La mujer puede meditar antes, durante y después del embarazo. La práctica de la meditación puede ayudar a la futura mamá a:
– Disminuir la ansiedad
– Adquirir más tranquilidad y serenidad
– Controlar y estabilizar las emociones
– Reducir la tensión muscular
– Regular la presión y la respiración
– Interviene positivamente en ritmo cardíaco.
Cuando se escucha la palabra meditación, es normal que uno dude si tendrá que estar sentado durante horas y horas, sin moverse. La meditación solo requiere algunos minutos del día. Lo ideal es que se convirtiera en un hábito diario, ya que los beneficios que aporta son constantes tanto en el comportamiento como en el estado de ánimo de la mujer. Para las mujeres que quieran iniciarse en la meditación, los médicos aconsejan dedicación y paciencia. Que comiencen a meditar de 15 a 20 minutos, una o dos veces al día. En poco tiempo se podrá notar los efectos.
¿Cómo se medita?
1- Para empezar, es necesario elegir y determinar un lugar tranquilo para meditar. Puede ser un rincón de la casa donde haga menos ruidoso posible. Se puede poner una música relajante y personalizar el ambiente con una fuente de agua pequeñita, alguna vela con olor o incienso al gusto de cada persona.
2- Sentarse en un lugar confortable que permita tener la columna bien acostada y recta. Recuerda que no se podrá moverse durante un rato.
3- Cerrar los ojos y mantener la atención en la respiración abdominal. Inspirar y expirar en tres tiempos.
4- Poco a poco, el cuerpo se irá relajando hasta que la respiración consiga tener un ritmo relajado y natural.
5- Despejar la mente sin distraerse, manteniendo siempre el foco y la atención en el abdomen y en la respiración. Evitar pensamientos, preocupaciones… Déjalos de lado.
6- Para terminar, hacer 3 respiraciones profundas y abrir los ojos. Ya se podrá levantar, aunque lo mejor es que se haga muy despacio, sin agobios ni carreras.
Es necesario recordar que todo lo que sienta la mujer durante el embarazo, de una forma o de otra acabará influyendo y siendo transmitido al bebé que lleva en su vientre. La mujer que tiene el hábito de meditar, al final estará transmitiendo su sensación de bienestar al feto.
DesdeLaPlaza/GuiaInfantil.com/MB