Los síntomas depresivos (a menudo de gravedad importante) se encuentran en un 50% de los pacientes que tienen un diagnóstico nuevo de esquizofrenia y en un 33% de las personas con esquizofrenia que tienen recaídas, según reseña el portal web Fisterra.
La depresión clínica se asocia con: reducción en la motivación para cumplir tareas y actividades de la vida diaria, presentar ánimo triste o decaído, trastornos del sueño y del apetito, gran decaimiento, pensamientos pesimistas y de culpa.
Mientras que la esquizofrenia es una psicosis, es decir la persona pierde el sentido de la realidad, suele presentar alucinaciones, escuchar voces, delirio y en algunos casos suelen sentirse amenazados o perseguidos. Se presenta habitualmente en adultos jóvenes, un porcentaje menos en adolescentes y poco frecuente en niños.
¿Se puede padecer de ambos trastornos? A esta pregunta, muchos especialistas aseguran que es posible, es decir dos o más desórdenes mentales pueden estar presente en una misma persona.
Vale destacar, que en ninguno de los casos existe una causa específica, hasta ahora se habla de causas múltiples, tanto biológicas como psicosociales.
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