Matthew era su nombre, pero ahora se llama Chelsea Attonley. Tras una crisis de identidad, decidió pagar 10 mil euros para someterse a una cirugía que la hiciera lucir tanto por dentro como por fuera como una mujer. Pero ahora quiere volver a ser un hombre porque se aburrió de usar tacones y considera toda su vida una «mentira».
Por esta razón, ahora pide 14 mil euros para volver a ser un hombre, y dice que tiene todo el derecho de cambiar de opinión. Afirma estar «agotado» al tener que usar maquillaje y tacones. Pero esto no estaba en sus pensamientos cuando tenía 20 años.
En el 2008 cumplió sus sueños, y ahora, siete años han pasado ya y está completamente arrepentida. Vive de prestaciones sociales y afirma que nunca ha sido aceptada como una mujer de verdad. Siempre tuvo dudas sobre su cambio de sexo y ahora reflexiona: «Ninguna cirugía me dará un cuerpo femenino real«, afirma. Igualmente, reveló que tiene ansiedad y depresión por las hormonas que toma.
Dice que no puede trabajar por culpa de su estado emocional. Aspira a tener una reconstrucción de pene y dice que si antes la ayudaron a cambiar de sexo, puede que lo hagan también ahora que se arrepintió. «Necesito operarme por mi salud mental, en mi país no hay atención médica gratuita», insiste.
Ya se cortó el cabello y se ha estado inyectando testosterona. Ahora aspira a un cambio completo para volver a ser lo que era antes de querer ser una mujer, informó el Daily Mail.