Seguro que ha sentido alguna vez esa sensación de comodidad y calidez en un hotel que, a priori, no destacaba por su lujo. Es una sensación rara que te hace quedarte dormido como si estuvieras en tu propia casa, absolutamente relajado. Pero ¿a qué se debe esta sensación? La respuesta la ha dado Erin Hoover, vicepresidente de diseño de las cadenas de hoteles Westin y Sheraton. Y es que todo se debe a algo tan sencillo como el color de la cama, que tiene que ser blanco.
La cuestión es intrigante, pero -según determina Hoover- cuando este color se usa en los hoteles es para dar la sensación de ostentación. «Visualmente, la idea de la cama de color blanco es importante. Estar sobre una cama totalmente blanca connota lujo y una buena noche de sueño», señala el experto en diseño.
Tal y como explica la Web de este diario, los hoteles Westin fueron pioneros en 1990 a la hora de estudiar el uso de los colores en sus habitaciones. En principio, investigaron la aceptación de los colchones y las sábanas oscuras, ya que son más fáciles de mantener limpios. Sin embargo, no fueron bien aceptados. Algo diferentes sucedió cuando cambiaron el color al blanco.
«La cama totalmente blanca creó un efecto de limpieza y cambio, la gente pensaba que la habitación había sido limpiada o renovada respecto a la anterior incluso si era sólo la cama lo que había sido modificado«, determina el experto. Desde ese momento, los hoteles Westin hacen uso de estas camas para agradar a sus clientes. Y parece que funciona.
Y es que, aunque sus datos -como ellos mismos señalan- no se basan en un estudio científico, la experiencia y los test de prueba les dicen que sus clientes se sienten mucho mejor durmiendo sobre este color.
Desde la Plaza/ABC/AMH