Hay animales cuya capacidad auditiva es más sensible que la del ser humano, por lo tanto, el daño que pueden causar los fuegos artificiales en ellos, puede ir desde el estrés, taquicardia, aturdimiento, problemas cardíacos y miedo.
Perros, gatos y aves, pueden reaccionar de diferentes maneras ante el estruendo y ponen en riesgo sus vidas, al no saber de dónde provienen. Especialistas recomiendas a los dueños colocarle tapones de cera para protegerlos.
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Collecchio es una pequeña ciudad ubicada en Italia, que se ha convertido en un ejemplo ha seguir debido a que allí se ha impuesto una normativa que establece que los juegos artificiales que emitan ruidos, deben ser cambiados por otros sin sonido, intentando rescatar la alegría de las celebraciones con la majestuosidad que dan las luces y los colores en el cielo, pero considerando el ruido que los mismos ocasionan en las mascotas.
Es importante recordar que cada año decenas de animales desaparecen de sus hogares asustados por los estallidos, algunos se pierden y otros son atropellados en las calles.
A continuación te mostramos un vídeo en donde se muestra que es posible festejar, mantener la belleza de las luces y seguir disfrutando la navidad si inconvenientes ni molestias. La cantidad de decibeles generados por los fuegos artificiales pueden sobrepasar los que podría soportar un perro, por ejemplo.
DesdeLaPlaza.com/2001/LDJ