Pareciera que ganar peso es tan inherente a la Navidad como San Nicolás, el árbol, las luces y los regalos; pero quemar calorías es más difícil aún al finalizar esta época.
Correr algunos kilómetros a diario o hacer unos cuantos largos en la piscina de forma regular son maneras de sobra conocidas para mantener los kilos a raya.
Pero existen otras formas que posiblemente ni sospechas de quemar calorías para recuperar la figura después de estas fechas.
1. Aprovechar rebajas de enero
Santa ya pasó por casa a dejar sus regalos, pero aún hay excusas para ir de compras. En muchos países es temporada de rebajas y en los que no siempre hay ofertas y descuentos especiales.
Esta actividad, si se hace a conciencia, es una buena manera de quemar calorías.
La clave está en visitar varias tiendas, ir de comercio a comercio a pie y evitar las escaleras mecánicas.
Esto aumentará tu ritmo cardíaco y trabajarás la resistencia, sobre todo si lo haces cargado de bolsas y paquetes.
Según los expertos, empujar un carrito lleno hasta arriba por los pasillos de un centro comercial durante media hora te hace gastar unas 100 calorías.
Lo que se convertirá en varios cientos durante una larga jornada de compras.
2. Empaca la decoración navideña
Puede que quitar la decoración de Navidad no te parezca una tarea particularmente agotadora, pero te sorprenderá saber cuántas calorías puedes quemar empacando.
Si lo haces a un ritmo vigoroso, y además tienes que cargar varias cajas de adornos, más aún si tienes que guardar el árbol, será casi como practicar deporte.
Durante una hora puedes llegar a gastar 350 calorías; el equivalente al contenido del postre de la cena de Navidad, Año Nuevo o del último trago de licor.
3. Limpia hasta más no poder
Si empacar es desgastante, limpiar no lo es menos.
Y en el periodo navideño, sobre todo si se tiene invitados, suele haber mucho para lavar, fregar y reordenar.
Sacudir los polvos durante media hora hace que gastes unas 80 calorías, planchar unas 75 y coletear 70.
Si decides pasar la aspiradora, la cifra sube hasta 120, el número de calorías que hay en un vaso de vino tinto.
Además, si los invitados se quedan a dormir, te tocará también cambiar sábanas, lo que aumentará el gasto energético.
4. Cocina, pero sin pellizcar
La cena del 31 de diciembre augura otro exceso culinario.
Pero para comer alguien tiene que cocinar. Y quien lo haga, aún sin saberlo, estará quemando parte de las calorías que consumirá después.
Preparar un menú completo te puede hacer gastar hasta 70 calorías, siempre que no degustes los deliciosos platos con la excusa de comprobar la cantidad de sal.
Si encima te toca poner la mesa y tienes que recorrer varias veces la distancia entre la cocina y el comedor, el gasto de energía será mayor.
Y si después de comer nadie te ayuda a lavar los platos, te consolará saber que cada 15 minutos que inviertas en la tarea gastarás 40 calorías.
5. Deja el trago y baila
Muchas de las fiestas de la temporada de fin de año terminan en una pista de baile, siempre está la opción de quedarse sentado hablando con el trago en la mano, pero si tu intención es quemar calorías, la opción más inteligente es lanzarte a bailar.
Con sólo 30 minutos moviendo el esqueleto se puede llegar a quemar hasta 195 calorías, y cuanto más enérgico sea el baile, mayor será el gasto calórico.
DesdeLaPlaza.com/BBC/AMB