No hay nada que moleste más a los trabajadores que recibir una llamada del jefe luego de haber terminado la jornada laboral, para una junta o la revisión de algunos documentos, por eso muchas en empresas en Alemania y Francia han decidido promover el derecho de los empleados a desconectar sus teléfonos y sus computadoras, debido al trastornos psicológicos.
En los últimos tres o cuatro años, grandes empresas alemanas acordaron limitar el acceso de sus ejecutivos a los correos electrónicos fuera de las horas de oficina. Estas medidas responden al aumento alarmante de trastornos psicológicos relacionados con el trabajo y que han copado los medios de comunicación.
«En la medida en que el trabajo penetra cada vez más en la esfera privada, los empleados sufren más estrés, más agotamiento e incapacidad para desconectarse», consta un informe que reúne 23 estudios internacionales de la oficina alemana para la seguridad y la salud en el trabajo (BAuA por su sigla en alemán).
Cuando el trabajo es llevado a casa según Frank Brenscheidt, representante de BAuA, puede crear presiones permanentes y un horario extendido puede «poner enfermos a algunos trabajadores».
En Alemania, los días de reposo médico por trastornos psíquicos aumentaron más del 40% entre 2008 y 2011, según otro estudio de la BAuA.
Hace tres años, por iniciativa del poderoso sindicato IG Metall, el constructor de automóviles Volkswagen decretó una «tregua» diaria de recepción de correos electrónicos en los teléfonos profesionales.
Los servidores de la empresa ya no envían mensajes a los teléfonos entre las 18H15 y las 07H00. La medida, que inicialmente iba destinada a mil asalariados, fue ampliada a 5.000 del total de 255.000 que tiene el grupo en Alemania.
Daimler, fabricante de Mercedes-Benz, lanzó en Navidad un «asistente de ausencia», que borra los mensajes que llegan al correo electrónico de los empleados que así lo deseen durante sus descansos. El sistema notifica al emisor del mensaje de la operación y le indica a quién puede contactar.
En Francia, un acuerdo sectorial acordó un «derecho a desconectarse» a los ejecutivos de empresas digitales que trabajan sin horarios fijos, lo que provocó burlas en los países anglosajones, donde la adicción al trabajo suele considerarse una virtud.
Para IG Metall, el mayor sindicato de Europa, los avances logrados en algunas empresas son insuficientes y hay que volver a legislar.
Desde La Plaza / AFP – iberoamerica / MC