Ciertamente hay estudios que indican que dormir poco puede restarte años de vida, sin embargo, la realidad es otra, pues aquellas personas que suelen transnocharse y se sienten atraídas por la noche, lo hacen porque ésta favorece su creatividad y el desarrollo de su inteligencia.
Presuntamente, aquellas personas con mayor coeficiente intelectual (IQ) tienen mayor actividad durante la noche, mientras que aquellos con menor IQ, prefieren dormir antes.
Robert Bolizs, de la Semmelweis University ha enseñado encefalogramas de la gente mientras duerme, el cual comprueba que existen elementos del dormir que se conectan directamente con el desempeño congnitivo mientras se está despierto. Pero los estudios de H. Aliasson demuestran cómo los intervalos de dormir están correlacionados con el desempeño académico de los estudiantes.
La investigación liderada por Satoshi Kanazawa y su equipo del London School of Economics and Political Sciencie, señala que existen grandes diferencias entre los horarios que cada quien selecciona para dormir y su capacidad intelectual.
Es decir, la gente con mayor nivel de IQ, es la más adecuada para realizar actividades creativas de noche, pero aquellos que tienen menor IQ, utilizan únicamente el día para desarrollar sus actividades.
A pesar de que estos estudios pueden ser dudosos, incluyendo el concepto de IQ, que pretende medir algo tan indefinido como la inteligencia humana, la única verdad es que durante la noche se transmiten frecuencias que afinan con ciertos tipos de personalidades, donde se incluyen las personas reflexivas y creativas, sintiéndose más cómodas en el horario nocturno.
Desde La Plaza/ Periodismo En Línea/ KH