Cuando se sobrevive a un ataque al corazón, regresar a la rutina laboral tarda unas pocas semanas. Pero, ¿Qué pasa con las relaciones sexuales? Aunque las directrices internacionales de cardiología afirman que una semana o dos se puede volver a tener sexo sin correr ningún riesgo, muchas personas se cohíben a retomar la intimidad con su pareja por miedo.
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A través de una investigación dirigida por la la Universidad de Yale (EEUU) y coordinada por el cardiólogo del Hospital Gregorio Marañón de Madrid (España) Héctor Bueno, se ha analizado las características de las mujeres jóvenes, que han sufrido un infarto y cómo este afecta a su vida en comparación con los hombres de la misma edad.
El estudio contó con la participación de 3.500 hombres y mujeres de entre entre 18 y 55 años con infarto de miocardio. Los resultados arrojaron que limitar de alguna manera la actividad sexual de los infartados es errónea, debido a que normalmente, el esfuerzo metabólico que necesita el sexo no es mucho mayor que el que requiere subir dos pisos por las escaleras.
Erradicar o disminuir la intimidad, después de un ataque cardiaco solo sería pertinente en caso de infartos complicados, como en casos de que sigan teniendo síntomas tras haber sufrido el infarto de miocardio.
Finalmente, el análisis reveló que más del 90% de los pacientes tenía una vida sexual activa antes del infarto, por lo que “mantener una actividad sexual satisfactoria es un factor esencial en la recuperación del paciente”, detalló Bueno, coautor del estudio publicado en la revista Circulation.
DesdeLaPlaza.com/Muy Interesante/KC