No deja de sorprender. El Papa Francisco ha sumado uno más a sus ya muchos gestos de sencillez que hasta ahora definen su trayectoria. Esta vez, no dudó en pararse y bajarse de su coche cuando transitaba por una carretera de Calabria para bendecir a una joven con parálisis cerebral.
La familia de la joven, que se llama Roberta, sabía que el Pontífice pasaría por allí. Y preparó un gran cartel en el que pusieron esta frase: “¡Francesco, para!. Te está esperando un ángel”. Al ver el cartel, el Papa -que viajaba en un sencillo Ford Focus– no dudó en parar el coche y bajar para bendecir a la joven y besar y abrazar a los familiares y amigos allí congregados.
«Una gran emoción la que hemos sentido -comentó posteriormente a los medios la hermana de la joven enferma-. ¡Gracias, Papa Francisco!».