El estado de Maine (noreste de EE.UU.) pidió este jueves una autorización judicial para evitar que la enfermera Kaci Hickox, que trató a pacientes de ébola en África, salga de su casa.
Antes, Hickox dio una improvisada rueda de prensa a las puertas de su casa en la que dijo que pensaba dejar de cumplir este jueves la cuarentena a la que ha sido forzada por las autoridades de Maine.
Su abogado le dijo a la agencia The Associated Press que Hickox, quien no ha mostrado síntomas de ébola, dejará de colaborar si el estado no levanta las restricciones.
Hickox criticó duramente al gobernador de Nueva Jersey, Chris Christie, después de que fuera llevada del aeropuerto de Newark a una carpa para cumplir una cuarentena forzosa de 21 días, tiempo considerado de observación prudencial para las personas que han estado expuestas a pacientes de ébola.
Desde la Plaza/BBC/AMH