La demisexualidad, a diferencia de la heterosexualidad, homosexualidad, bisexualidad, o incluso asexualidad; es una orientación que experimenta quien no siente atracción sexual en base a un físico, sino únicamente por personas con quienes tenga una conexión emocional fuerte, ya sea amor profundo o una amistad muy grande. Sin esos vínculos, sin esa honda relación previa, es incapaz de sentir atracción por ninguna persona.
Se suele hablar de la demisexualidad como una especie de asexualidad temporal, únicamente se despierta la sexualidad de la persona que la tiene con el paso del tiempo y ciertas experiencias vitales con otra persona muy afín. En el caso de que se destruyan esos vínculos emocionales, la atracción sexual también se evapora.
Es importante no confundir la demisexualidad con un carácter que simplemente prefiere reservar la experiencia sexual hasta una etapa más madura de una relación formal. Es muy posible que en ese tiempo sí haya un deseo sexual pero por convicciones morales, religiosas o aspectos personales (timidez, vergüenza, inseguridad, miedo…) escoja reservarse. El demisexual nunca sentirá esa atracción antes de llegar a un estadio de gran confianza, afinidad.
La demisexualidad está acuñada por la Asexual Visibility and Education Network (AVEN). También tiene su propia organización en Demisexuality.org. Sin embargo, no cuenta con mayor respaldo científico.
Algunos aseguran que suele pasar desapercibida. Como cuenta alguno de los testimonios en su organización, quizás no sea necesario porque es algo más invisible para la sociedad y exento de polémicas, por otro lado, ridículas.
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