A muchas mujeres les ha pasado que cuando son fumadoras activas tienden a estar delgadas, pero al momento de dejar el cigarro suben algunos kilos y ahora también aumenta los senos.
Los expertos en belleza saben que el tabaquismo tiene un efecto negativo en las mamas femeninas y produce la flacidez de estas, pero desde hace poco tiempo se tiene la teoría de que dejar de fumar puede agrandar su tamaño y mejorar su apariencia.
Para llegar a esta conclusión, los médicos del Instituto Nacional del Cáncer en Milán realizaron una encuesta a veinticinco mujeres de entre 30 y 49 años, y muchas de ellas afirmaron categóricamente haber experimentado ese crecimiento.
Uno de los factores podría ser el aumento de peso consustancial al abandono de los cigarrillos, pero el 81 % de las que cambiaron de talla su sostén no habían ganado kilos. Los investigadores creen más bien que los malos humos afectan al metabolismo de las hormonas sexuales femeninas, especialmente al del estradiol.
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