Si te sientes débil, cansado o con fatiga persiste y no hay razón alguna que explique el fenómeno, posiblemente tengas astenia.
La astenia se basa en un síntoma que no solo se presenta después de infecciones virales, es común en otras patologías desde enfermedades como cáncer hasta dolencias de origen psiquiátricos como la depresión.
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La principal característica de esta anomalía se da porque la sensación de cansancio no se debe a esfuerzo físico ni mental y se manifiesta con indisposición para llevar a cabo las actividades de la vida cotidiana.
La presencia del síntoma representa una alarma para el que lo experimenta, por lo que el tratamiento está dado principalmente por aquel que corresponda a la enfermedad que padezca el paciente, sin embargo, al igual que la fiebre que se controla con antitérmicos mientras se trata el problema que la origina, la astenia se mejora significativamente con un derivado de la vitamina B1.
El componente se denomina como sulbutiamina, brinda alivio eficiente y mejora su disposición para las actividades rutinarias, mientras el médico establece la causa que la genera y ofrece la solución a la enfermedad particular caracterizada, entre otros síntomas, por astenia.
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