Numerosos platos llevan de acompañante a las conocidas pasitas. Sin embargo, son muchas las personas las que no las comen o simplemente, las botan.
Las pasas son uvas deshidratadas, se dejan secar hasta que quedan de color oscuro y con textura arrugada. Son una gran fuente de energía, ya que contienen un alto porcentaje de hidratos de carbono y azúcares.
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Debido a las vitaminas, aminoácidos y minerales, que facilitan la absorción de nutrientes, las pasas aportan al organismo una alta dosis de potasio, fósforo, calcio, hierro y vitamina A. Sin embargo, su consumo también representa una alta tasa calórica.
Es por eso que se recomienda su ingesta a personas que están en constante movimiento, sean o no deportistas.
Lamentamos decirte que si tu plan es bajar de peso, las pasas no son para ti: contienen mucha fructuosa y glucosa. Si eres diabética procura comerlas con moderación. Y si sufres de anemia es recomendable que las ingieras regularmente.
Por otro lado, si solo quieres incluirla como un snack, estos son las ventajas de comer pasas:
1. Combaten la fatiga y reducen el estrés.
2. Previenen la pérdida de memoria.
3. Tal como el vino, las pasas retrasan el envejecimiento.
4. Combaten el estreñimiento, ya que mejoran el tránsito intestinal.
5. Previenen las enfermedades de la vista.
6. Combaten la osteoporosis.
7. Mejoran la salud de las articulaciones y evita los calambres musculares.
8. Contrarrestan la acidez estomacal y ayudan a mantener los niveles del colesterol.
9. Combaten la retención de líquidos.
10. Favorecen la formación de glóbulos rojos en la sangre y mejoran la circulación.
Otra razón para comer pasas es la gran variedad del fruto. Rubias o morenas, son excelentes para mezclar con una taza de yogurt, con cereales o para hacer tortas y galletas.
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