Es lógico pensar que tomar alimentos grasos durante unos días no conlleve cambios significativos en el cuerpo. Un viaje, las vacaciones o una celebración especial podrían ser la ocasión para darnos estos caprichos sin sufrir consecuencias para la salud.
Sin embargo, un equipo del Instituto Tecnológico de Virginia (EE UU) ha demostrado que no es cierto. “Mucha gente cree que puede permitirse comer alimentos ricos en grasas sin consecuencias pero tan solo cinco días son suficientes para que los músculos del cuerpo noten el cambio”, señala Matt Hulver, líder del estudio que se publica en la versión on line de la revista Obesity.
Los investigadores han descubierto la forma en la que los músculos cambian para metabolizar los nutrientes en tan solo cinco días debido a una alimentación alta en grasas. Este es el primer trabajo en demostrar que este cambio sucede tan rápido.
Hulver y sus colegas encontraron que la capacidad de los músculos para oxidar la glucosa en la sangre, después de las comidas, se interrumpe tras cinco días llevando una dieta rica en grasas. Esto provoca que el cuerpo no sea capaz de metabolizar la insulina, lo que supone un factor de riesgo para el desarrollo de la diabetes y otras enfermedades.
El proceso se entiende porque los músculos son un centro importante de metabolización de la glucosa en el cuerpo –cuyas cantidades en sangre se elevan al comer– donde se transforma en energía o es almacenada como reservas.
DesdeLaPlaza.com/SINC/AMH