Al mencionar la palabra autismo lo primero que viene a la mente, en algunos casos, es déficits, discapacidad y minusvalía, pero la realidad es que significa mucho más que estas etiquetas. El autismo es un mundo de capacidades diferentes y en ocasiones hasta superiores.
No es una enfermedad. Es una condición neurológica que afecta a cada niño o niña de forma diferente. Puede ser leve o muy severa. Su principal limitación es que afecta la interacción social.
La detección temprana, buena alimentación, terapias, tratamientos y apoyo familiar son las claves fundamentales para mejorar la calidad de vida y habilidades de comunicación e interacción.
Un niño, niña o adulto con autismo por lo general desarrolla este abanico de habilidades:
-Son ordenados y metódicos, están acostumbrados a cumplir rutinas.
–Les encanta estudiar, se destacan en matemáticas, ciencias, historia e informática.
-Son honestos, no toleran las acciones privilegiadas.
-Al hablar son muy formales, poseen un extenso y rico vocabulario.
-Tienen una memoria excepcional para recordar datos y fechas.
-Son excelentes investigadores, en mayor intensidad cuando un tema les apasiona.
-Les encanta crear, construir y diseñar, todo desde su percepción del mundo.
Como ven el autismo no es, ni debe ser considerado un impedimento. Por el contrario, las personas diagnosticadas con esta condición son maravillosas. Además, son dueños de un mundo con capacidades y visiones diferentes.
DesdeLaPlaza.com/ACR