Te explicamos los síntomas de la depresión ya que su evaluación y tratamiento a tiempo pueden mejorar su pronóstico.
Para empezar, lo que podría generar un hecho que cause conmoción o algún problema grave que presente una persona allegada, puede que afecte nuestro estado de ánimo, y a su vez, ocasione una profunda tristeza.
Generalmente se usa este concepto como sinónimo de depresión, sin embargo, no significa que sean lo mismo, ya que podría tratarse de un sentimiento tan normal como la alegría.
Ahora bien, lo que si representa un trastorno depresivo es la denominada tristeza psicológica, la misma alcanza tal nivel, que puede llegar a interferir de forma negativa en la vida cotidiana,
Pero antes de comenzar a explicar los síntomas de la depresión, es importante conocer su definición.
La depresión es un trastorno del estado de ánimo, donde la persona siente que está como en un oscuro y profundo túnel, con un peso agobiante sobre su existencia. A tal punto, que interfiere en las relaciones laborales, sociales. afectivas y sexuales.
Un aspecto que vale la pena subrayar, es que este trastorno se presenta, comúnmente en el sexo femenino, sin embargo también afecta a niños de ambos sexos y a los adolescentes quienes manifiestan conductas antisociales, dificultades escolares, drogadicción y sensibilidad frente al rechazo amoroso o a la crítica.
Síntomas que evidencian la presencia de un trastorno depresivo
Son numerosas las causas por las cuales una persona puede llegar a deprimirse.
A través de un estudio, según refiere el portal Prodavivnci.com, se pudo concluir, que la vivencia de eventos traumáticos era la causa principal de ansiedad y depresión, seguida de una historia de enfermedades mentales en la familia, y finalmente, de los niveles de ingresos y de educación.
Una tristeza puede generarte cambios de humor, pero muy probablemente, cambias tu estado de ánimo cuando te reúnes con un buen amigo, ves tu programa favorito o escuchas una canción. Muy por el contrario, sucede en una persona deprimida que no desea ver a nadie, y el solo hecho de pensar en dormir le asusta porque ni siquiera puede controlar el sueño, y opta por mantenerse en un estado vegetativo ilimitado.
Esta enfermedad conlleva a una secuencia progresiva de afectaciones físicas que pueden terminar trágicamente.
Generalmente, la persona se siente desganada, tal como si hubiera perdido el sabor, el placer de vivir, sobre todo en los momentos más difíciles. Se considera incapaz de brindar amor o afecto, lo cual aumenta sus sentimientos de culpa.
Un estudio realizado por el experto en Neurobiología del estrés, el Dr.Emeran Mayer, encontró que hay una relación entre regiones del cerebro humano y la actividad de las bacterias intestinales.
La investigación comprobó mediante un experimento que podía calmar a ratones agresivos con tan sólo cambiar su alimentación. Aunque no se especificó cómo las bacterias en el intestino se pueden comunicar con el cerebro, quedó claro que influye en el humor.
Es difícil determinar en qué momento pasamos por un trastorno depresivo o una simple tristeza. Los sentimientos pueden parecerse, sin embargo, si sientes alguna de estas señales debes tener mucho cuidado porque puedes estar atravesando por un trastorno depresivo, y debes pedir ayuda.
Esta patología hace que te sientas inseguro ante la sociedad, porque te da la horrible sensación de miedo que todo cuanto expreses será juzgado por los demás, lo que conlleva a disimular con gran esfuerzo, tus verdaderos sentimientos, sumado a esto, hacer creer que todo está normal.
Al esforzarte por ocultar tus pensamientos implica que hay una separación con el mundo exterior. Por tanto, sientes que las personas cercanas a ti, no te comprenden, pero es debido a que no saben lo que te pasa.
También te puede ocasionar insomnio, provocando cambios de humor repentinos, o por el contrario, la hipersomnia que se refiere a un sueño excesivamente prolongado puede provocar mayor aislamiento.
Este trastorno alterará el apetito, y puede manifestarse tanto con la perdida como el aumento de peso; asimismo, se pueden presentar molestias y dolores, que aparentemente, le damos poca importancia como dolores de cabeza y espalda, problemas digestivos y calambres.
De igual manera, otra señal que indica cuándo una persona está deprimida, es la manera cómo enfrenta las cosas ante el mundo, ya que pasa de un problema poco relevante a convertirlo en algo intenso, con pocas probabilidades de resolverlo.
En relación a esto último, son estos episodios donde se pierde la capacidad de sentir alegría, se desestima la vida y nace la idea de ponerle fin a su existencia.
Cabe destacar, que la persona depresiva va acumulando los recuerdos negativos, se alimenta de ellos, y percibe inmediatamente los estímulos que le refuerzan ese recuerdo o imagen: “Claro, de nuevo fracasé porque no sirvo para nada”. Y bloquea cualquier sentimiento positivo con pensamientos internos como éstos: “No merezco ser tanta felicidad”; “no soy igual a los demás”, “todo me sale mal en mi vida”.
La depresión, en ciertas ocasiones, puede tener un lado positivo donde podemos aprender a cambiar nuestra actitud interna, incrementando el nivel de consciencia, suprimiendo pensamientos irracionales, ahorrando energía mediante una buena relajación, y viviendo intensamente el presente, pero lo más importante es que debemos salir de ese trastorno de estado de ánimo.
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