Ingresas a la oficina, tratas de organizar ese escritorio que está hecho un caos y sientes pereza: La gran madre de todos los pecados, pues es lunes y no entiendes porqué tienes que trabajar.
Durante la primera reunión te sientes tan desconectado, incluso en otro mundo. Empieza a notar que tienes problemas de concentración. A medida que avanza el lunes se da cuenta que no ha sido un día productivo.
Por eso, las frases que te acompañan durante todo el día son «qué pereza de trabajo«, «quiero cambiar de empleo» o «deseo ganarme la lotería para no volver a trabajar».
Si la anterior escena no es ajena a tu realidad, sufres del síndrome del lunes.
¿Qué pasa con el lunes?
Varias investigaciones se han realizado y han reflejado que no sólo el lunes es el día más aburrido para los empleados cuando se les encuesta. También es el día menos productivo de la semana junto con el viernes.
Pero lo curioso está en que es el día de la semana en el que se presentan mayores accidentes de tránsito y hasta infartos.
¿Por qué se da el Síndrome del Lunes?
Según las investigaciones, hay cantidad de factores: uno es la ausencia de una relación amistosa de la gente con el trabajo. El trabajo suele ser algo pesado cuando esa relación no es grata.
El síndrome del lunes puede relacionarse también con la presencia de un jefe dictador y cuando el trabajo es es desgastante, estresante y exige más de las posibilidades normales.
Además la gente no quiere ir a trabajar el día lunes porque piensa que el trabajo es sencillamente un castigo, es algo que exclusivamente le sirve para generarse ingresos. Estadísticas mundiales aseguran que el día de mayor suicidio es en la tarde del domingo, no se sabe si se dé esa coincidencia por la expectativa del día lunes.
¿Qué hacer para lograr resultados positivos durante la semana laboral?
El primer paso es establecer una relación con el trabajo satisfactoria, tener claro que es el vehículo por el cual logramos nuestras expectativas personales, elevar la calidad de vida, cumplir con las expectativas de la familia para darles lo que ellos se merecen.
¿Cómo programarse para el lunes?
1. Evita el mal humor despertándote más temprano para evitar el embotellamiento que te saca de quicio.
2. Organice su tiempo. Realice una lista de actividades de lunes a viernes y distribúyelas de manera equitativa para que no tengas que realizar todo un mismo día. Así evitas el estrés.
3. No empieces desde el lunes a posponer trabajo. Lo ideal es que adelantes desde el viernes o sábado para que el ese día no sea el de la planificación, sino que siga la ejecución normal del trabajo. Esto te ayudará a no sentirse asfixiado.
4. En el optimismo está la clave. Así que prográmate para que sea una semana excelente y a disfruta ese comienzo de jornada laboral. Busca la mejor ropa posible y aplícate tu mejor perfume.
5. En los jefes está la labor de hacer de ese comienzo de semana un buen día. Teniendo en cuenta los estudios que determinan que el lunes y el viernes son los días menos productivos, incentiva a tus empleados, deja los reclamos para otro día y destaca sus puntos positivos.
6. Desde el viernes organiza tu puesto de trabajo, así te sentirás cómodo cuando retomes las actividades el lunes. Recuerda que en la organización está la clave para que no tengas que irritarte porque no encuentras nada.
7. De camino al trabajo, escucha música relajante o aquella que te llene de energía. Cuando llegues a la oficina lo sentirán los demás. Tómate un café cargado y prepárate para asumir las tareas.
La voz experta
Maritza Otero, psicóloga especialista en Programación Neurolingüística (PNL), afirma que la clave es disfrutar y querer lo que se hace para vencer el síndrome del lunes.
El trabajo debe ser visto como un juego, decir qué rico ir a jugar, voy a divertirme y a asumir ese reto. Cambia la actitud para que el panorama sea diferente, es decir, me divierto y me pagan por divertirme.
La cura del síndrome del lunes
1. No permitas que las ideas negativas sobrepasen las positivas. Esto opacará su motivación y su productividad.
2. Ten presente cualquier contratiempo o actividad extra oficial que resulte. Para asumirla, recárgate de energía, busca el mejor equipo de trabajo y logra los resultados esperados lejos del estrés.
3. No dejes para mañana lo que puede hacer de inmediato, así que aprende a darle prioridad a los asuntos urgentes.
4. A cada tarea entrégale la importancia que requiere. No designes responsabilidades a personas que no son de su entera confianza porque terminarás haciendo el trabajo a las carreras.
5. La organización cuenta. Agenda tus actividades para que no termines olvidándolas y cúmplelas.
6. No postergues trabajo para la siguiente semana. ¿Por qué no aprovechas el tiempo y adelantas un poco del lunes para que sea más fácil retomar actividades y no empezar de cero o con las tareas acumuladas?
7. No te concentres tanto en el reloj. Muchas veces los minutos te parecerán eternos si tienes afán de irte de la oficina sin entregar los informes. Si disfrutas tu trabajo seguramente te rendirá y el tiempo se pasará volando.
8. El fin de semana no duermas todo el día. Realiza una pequeña siesta, pero lo mejor es hacer ejercicio y alimentarse sanamente para que no llegues cansado el lunes a trabajar.
9. No duermas cerca del celular, esto también te agotará.
10. No seas sedentario.
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