¿Es posible amar a dos personas al mismo tiempo?

Una de las típicas preguntas realizadas a los terapeutas de pareja es si existe la posibilidad de amar a dos personas al mismo tiempo, cosa que no tiene absolutamente nada que ver con los casos de infidelidad que intentan alimentar el ego o simples aventuras sexuales.

Al hablar de esto, se refiere a cuando existe una relación afectiva con dos personas a la vez que da la sensación de estar enamorado de ambos personajes.

Para tener el intento de respuesta se tendría que utilizar la bioquímica y la semántica, a pesar de que no esté relacionado con cosas románticas. Mejor dicho, habría que iniciar desde las diferencias neurofisiológicas naturales de las etapas de una relación de pareja y desde ahí definir lo que se entiende por amor.

La fase inicial se denomina enamoramiento y puede tener una duración de ocho a quince meses.

En ésta surgen las emociones, las cuales dominan rápidamente al individuo y con gran intensidad; sin embargo, el cuerpo está biológicamente limitado y las siente sólo un tiempo determinado.

Las sustancias químicas que están presentes en este proceso son la adrenalina y la dopamina (hormona del placer que pone en funcionamiento el sistema de recompensa cerebral), las cuales aumentan su producción gracias a los nuevos estímulos.

Algunos aseguran ser adictos a este tipo de sensaciones. A esas personas se les podría calificar como enamorados del amor y para continuar viviendo este sentimiento cambian de pareja cada vez que disminuye la intensidad.

Esos casos en que la relación pasa a la segunda etapa, conocida como amor romántico, el tiempo puede alargarse hasta tres o cuatro años.

En este periodo de la relación se ha  perdido aquella intensidad pero han ido naciendo nuevas emociones relacionadas con otros neuroquímicos que incluyen la oxitocina, hormona del apego.

De esta manera se van construyendo lentamente los sentimientos, que se diferencian de las emociones por su intensidad y duración. Pero, los expertos indican que aquello que se siente en los primeros años aún es un amor egocéntrico e inmaduro, donde más que importar la otra persona, es importante lo que da y lo que produce.

Sólo después de los cuatro años, las parejas logran las condiciones óptimas para alcanzar la tercera etapa que, de acuerdo con el concepto de Otto Kernberg, se califica como amor sexual maduro y que por ende, podría llamarse amor más real.

Debido a su profundidad y estabilidad se conoce como un sentimiento más real y aunque suene absurdo, menos intenso. Se guía por la intimidad emocional, lo que lleva a una confianza y sinceridad profundas, la generosidad y empatía, donde se le desea lo mejor a la pareja y el sufrimiento de esa persona es tan doloroso como el propio, así que no existe posibilidad de querer dañarla de alguna manera.

Se supone que si se llega a esta etapa es porque existe una entrega total y cumple los tres aspectos fundamentales de una relación de pareja: sentimiento de amor, pasión y proyección futura. Cabe destacar que no todas las personas que llevan juntos esta cantidad de tiempo alcanzan este tipo de evolución amorosa.

Entonces, si se entiende por Amor el amor sexual maduro, aquellos que se sienten confundidos afectivamente entre dos individuos podrían estar confundiendo las emociones naturales de los primeros meses de una relación, con los sentimientos que se producen al consolidar la relación.

No son iguales aquellos cosquilleos y emociones que brotan al conocer a una persona, que esos que son mucho más profundos y permiten un amor duradero. Algo que puede suceder con mayor probabilidad con la relación más larga, la cual se encuentra en la segunda o tercera etapa de la relación, mientras que con la segunda persona apenas comienza la primera o segunda etapa.

Esta sensación de amar a dos persona suele durar poco tiempo, ya sea porque se acabó la química, por la dificultad de mantener dos relaciones al mismo tiempo o porque alguna de las personas decidió terminar la relación. Cualquiera que sea el caso, este tipo de situaciones también puede terminar con sufrimiento y daño a la salud física y psíquica de las personas involucradas.

Cabe destacar, que existen relaciones que llevan varios años en este estado e incluyen hijos con ambas parejas. Quizá con la segunda pareja se mantuvo la intensidad del inicio por mucho más tiempo, ya que por ser una relación oculta, aumentan los niveles de adrenalina y dopamina. En estos casos generalmente suele existir una separación entre amor-sexo. Donde el amor existe con la primera pareja y el sexo con la segunda.

Lo que se puede concluir es que cuando se cree sentir «amor» por dos personas al mismo tiempo, según esta definición de amor sexual maduro, no se ama a ninguno de los dos individuos. Existe la probabilidad de que esa persona que confunde los sentimientos, lo haga porque no ha podido avanzar amorosamente con su primera relación, porque puede que tema entregarse totalmente o intimidar con esa persona.

En ese momento la segunda pareja jugaría el papel de lo que en psicología se conoce como el «tercero incluido», función que también puede ser asumida por el exceso de trabajo, excesiva dedicación a los hijos o el alcoholismo.

DesdeLaPlaza.com/ El Arte de Saber Vivir/ KH