A simple vista los síntomas de la fiebre de lassa son similares a los del ébola: sangrado, vómitos y fiebre. La diferencia es que mientras el brote de ébola es muy reciente, la fiebre de lassa está presente en todo momento.
Anualmente son infectadas entre 300.000 a 500.000 personas, matando a 20.000. Los países que han sido devastados por el ébola resultan ser los mismos que albergan a la fiebre de lassa.
Existe una diferencia muy importante entre el ébola y el brote de lassa. Este último es causado por las ratas, que trasladan la enfermedad a las casas y tiendas de alimento, sobre todo en temporada de sequía que va desde noviembre hasta abril.
El profesor Robert Garry, de la Universidad de Tulane, aseguró que «hemos tenido literalmente docenas de casos de fiebre de lassa que ya están en la parte oriental de Sierra Leona». El investigador se ha informado sobre la fiebre en África Occidental durante diez años.
Al aparecer la infección, la fiebre de lassa se puede contagiar de persona a persona. No todo el que la contrae se enferma de gravedad, sin embargo han existido casos en que la tasa de mortalidad alcanza el 70%. No se transmite tan fácil como el ébola, pero a los pacientes deben ser, de igual manera, aislados.
Desde La Plaza/ BBC/ KH