Una abuela de 65 años y exempleada bancaria del Reino Unido, Pat Preston, posee una extraña patología luego de sufrir un Accidente Cerebrovascular (ACV)
Desde entonces, Preston no ha podido dejar de decir malas palabras en su día a día, situación que le ha traído varios problemas familiares. Entre los ejemplos resalta en de llamarle «pequeñas perras» a sus nietas mientras juegan.
Sin embargo, la anciana asegura que el uso de estas palabras es completamente involuntario y que todo inició luego de haber tenido el infarto cerebral. Su esposo, un maestro retirado, ha mostrado gran inconveniente pues tiene una fuerte aversión hacia los insultos.
Con el objetivo de solucionar el problema, la mujer ha comenzado a juntar dinero en una «jarra de insultos» además de participar en terapias psicológicas.
Desde La Plaza/LV 12/ KH