“De Venezuela me enamoré del Roraima, de su comida, aunque no soy de paladar muy fino, si hay que comer, comemos, si no pues no comemos; de sus atardeceres, sus paisajes, también de su gente, nunca me habían abrazado tanto hasta que llegué a...
“De Venezuela me enamoré del Roraima, de su comida, aunque no soy de paladar muy fino, si hay que comer, comemos, si no pues no comemos; de sus atardeceres, sus paisajes, también de su gente, nunca me habían abrazado tanto hasta que llegué a...