Sobre la acera vio los gatos agolpados detrás de la puerta de vidrio y recordó su paso por la embajada de Bolivia, esta vez desvariando en el hastío de su “reconfortante” para entonces, vida diplomática. Aunque no soportó tanto...
Sobre la acera vio los gatos agolpados detrás de la puerta de vidrio y recordó su paso por la embajada de Bolivia, esta vez desvariando en el hastío de su “reconfortante” para entonces, vida diplomática. Aunque no soportó tanto...