Sentado apaciblemente en un banquito del bulevar de Sabana Grande Argenis Pérez Ruiz parece un gigante con montañas, saltos de agua y campiñas verdes a sus pies. Taciturno, mira a la gente pasar y también piensa en texturas, pigmentos y telas...
Sentado apaciblemente en un banquito del bulevar de Sabana Grande Argenis Pérez Ruiz parece un gigante con montañas, saltos de agua y campiñas verdes a sus pies. Taciturno, mira a la gente pasar y también piensa en texturas, pigmentos y telas...