Naturalizar el dolor que implican algunas prácticas “embellecedoras” es una mierda casi perversa y masoquista; si fuese algo kinky todavía, pero cupiese de igual manera dentro de las perversiones sexuales. Depilarnos, o sacarnos las cejas, o...
Naturalizar el dolor que implican algunas prácticas “embellecedoras” es una mierda casi perversa y masoquista; si fuese algo kinky todavía, pero cupiese de igual manera dentro de las perversiones sexuales. Depilarnos, o sacarnos las cejas, o...