Es inevitable poner la radio y no agitarse con las gaitas, entrar a una panadería y no oler el deseado pan de jamón y ni hablar de las cartas de los restaurantes que ya ofrecen el plato navideño.
Sí señores, en un abrir y cerrar de ojos de...
Es inevitable poner la radio y no agitarse con las gaitas, entrar a una panadería y no oler el deseado pan de jamón y ni hablar de las cartas de los restaurantes que ya ofrecen el plato navideño.
Sí señores, en un abrir y cerrar de ojos de...