Una vez más se pronunció el Papa Francisco sobre los casos de abusos sexuales a niños y adultos vulnerables, por parte de sacerdotes pedófilos o cómplices de abusos sexuales.
Esta vez, a través de un documento oficial del Vaticano, el pontífice publicó hoy el «motu proprio», un intento de reforzar artículos del Código de Derecho Canónico en los que se estipula la posibilidad de expulsar a un eclesiástico por «causas graves».
La intención del Papa fue aclarar que el hecho de que un representante de la iglesia obvie o deje de actuar ante el conocimiento de un acto de abuso sexual, será considerada una falta no sólo grave, sino «muy grave».
Los daños o abusos no sólo se refieren a daños físicos o patrimoniales sino también morales o espirituales y no sólo hacia individuos sino hacia la comunidad general.
El documento que se dió a conocer en la gaceta oficial «L’Osservatore Romano», ha levantado polémica por lo directo de la aclaratoria sobre la participación de sacerdotes como protectores de otros sacerdotes pedófilos en los casos de abuso sexual.
Se incluyó el proceso para sentenciar a sacerdotes pedófilos
También fueron desarrollados los procedimientos para la expulsión de sacerdotes y miembros de la iglesia ante este tipo de faltas, las mismas congregaciones podrán investigar los casos en los que existan indicios de estos comportamientos y sentenciar a la persona en cuestión.
Luego de decidida la suspensión del obispo, este podría tener la oportunidad de presentar su renuncia o ser suspendido públicamente por la congregación. El plazo para la renuncia es de hasta quince días.
En cualquier caso, la decisión de la Congregación deberá ser sometida a la aprobación del pontífice quien, antes de asumir una decisión definitiva, convocará un Colegio de juristas.
DesdeLaPlaza.com / AH