Si quieres casarte y no encuentras a alguien que te sirva de testigo, te tenemos la solución: pídeselo a una llama – aunque esto aplica sólo en la localidad de Tochigi, al sur de Japón- y de esta manera tú y tu amad@ podrán llegar felices al altar.
Aunque los orígenes de este ritual son desconocidos, en la Prefectura de Togichi este original servicio facilita la disposición es estos animales para las ceremonias matrimoniales.
Pero esto no es todo, las llamas -que provienen de un zoológico cercano- llegan a la ceremonia limpias, perfumadas y con un lazo, y se pueden quedar hasta finalizado el enlace para las respectivas fotos.
No cabe duda de que en esta ceremonia la novia quedó en segundo plano y su particular testigo se robó las miradas de todos los asistentes.
DesdeLaPlaza.com/BoredPanda/COM