El motel ha sido el aliado incondicional de los amores primero, de las aventuras después. Silencioso, dispuesto, solidario, el motel es una madre alcahueta.
Y es que cuando en la juventud se despierta al sexo, la mayoría no tenemos casa propia o habitación propia. A veces, ni carpa propia. Por lo que rápidamente uno debe adentrarse en el mundo de los moteles que, al igual que comprar condones por primera vez en este país, resulta casi una transacción de narcotráfico.
A eso hay que sumarle que más del 80% no cuenta con carro propio, por lo que además hay que soportar los traslados en taxis con silencios incómodos. Uno ocultando la pena y el chofer mirando a tu pareja por el retrovisor.
Los moteles están en nuestra vida como los buses, el café o las areperas 24 horas.
Por ello, DesdeLaPlaza.com presenta todos los viernes relatos que narran venturas y desventuras de esas que alguna vez, nos han tocado a todos.
De la pluma del periodista zuliano Ernesto J. Navarro te invitamos a disfrutarlas…
Parte I: Todas somos prostitutas
Cuentos de Motel #02: De ‘aquello’, nada de nada
Cuentos de Motel #03 La estrategia de Pan Quema’o
Cuentos de Motel #04: El profesor
DesdeLaPlaza.com / Ernesto J. Navarro